¿Qué poseo en esta vida?
¿Qué es verdaderamente mío?
¿Lo será el flujo de capital, la
moneda circulante,
el auto, joyas, las prendas, el
vino, las farras?
¿Será mía la crítica, la envidia,
el vicio oculto,
el embrujo, los desdeños, la
rabia, el odio,
las palabras que escuché, los
gritos que guardé
los besos que no di, las mujeres
de mi vida?
¿Acaso mis hijos, los
atardeceres, las lunas,
el viento, el sol?, ¿Es acaso,
todo eso mío?
¿Lo son siquiera mis poemas, las
canciones que canté,
aquella noche de octubre, los
caminos recorridos
el anhelo por Nicaragua, mi
exilio, la sonrisa de niño,
mi Madre, las guitarras, mi
primer guante de baseball,
mi paz, mi guerra, mi silencio,
mi voz,
el castillo construido para mi y
que fue destruido?
¿Es todo eso mío?
¿Qué poseo en esta vida?
¿Qué es verdaderamente mío?
¡Oh buen Dios!, si algo me has de
dar que verdaderamente sea mío
Que sean sueños, ideales, pasión
préstame todo lo que me prestas, eventualmente
lo poseeré
pero déjame en última instancia
lo importante
lo mío, lo verdadero, lo esencial
déjame Dios mío, al menos eso,
El Amor.